Acto numero 3 - Manos a la Obra
Martes 19:20
- Buenas tardes Juanito...
- Y uds. chiquillos, hace tiempo que no los veía por acá....
- Ahhh, es que entre tantos trabajos y certamenes, sale más a cuenta quedarse en la casa, cierto Lucho?
- Así es -dijo Lucho.
- Jajaja, eso es cierto. Aunque en la casa no pasan cosas tan importantes como esta...
Mientras Juanito me decía eso, yo me fijaba como pegaba unos afiches referentes al próximo debate que se iba a realizar dentro de dos días en el paraninfo de la universidad entre el actual jefe de carrera de Ing. civil informática, el profesor Mario Lopez y el actual rector de la universidad. El porqué del debate, hasta ese momento lo desconocía.
- Hasta luego Juanito, nos vemos!
Lucho es un compañero mío en el ramo que tengo con la profesora Martin, y en ese momento iba, al igual que yo a revisar el certamen que tenía pendiente. Lo convencí de ir a esa hora, con el fin de que me permitiera esconder el confidente en alguna parte de la oficina el confidente que en la mañana había pasado a buscar a la casa de Marcos con los registros vocales ya almacenados.
Afuera de la oficina, empecé a sentir la tensión del momento en los músculos de mi cara, signo que siempre se presenta en mi cuerpo cada vez que estoy a punto de hacer algo indebido.
-Adelante!!! -- se le oyó decir a la profesora desde dentro de la oficina con voz tensa...
En voz baja, mi compañero me dijo:
- ufff, para variar, parece que la profesora no ha tenido un buen día...
"No sabes lo cierto que eso es"...pensé.
Hicimos el ingreso a la oficina cuando la profesora me dice...
- Y tú.... no habías quedado de venir ayer a las 19:30....
- Lo siento profe, es que no pude venir...ya sabe, problemas personales - sonreí tibiamente.
- Está bien, tomen asiento.
Así lo hicimos. Mientras ella se daba vuelta en su silla giratoria para buscar los certamenes que tenía en esas típicas bolsas de papel donde los profesores los transportan, aproveché de abrir mi bolso, tratando de no darle ángulo de visión a lo que estaba haciendo a Lucho... en eso estaba cuando la profesora se da vuelta....No tuve más remedio que dejar de hacer lo que estaba haciendo.
- Estás bien? - me preguntó la profesora en tono áspero, pero que denotaba preocupación- Te noto nervioso.....
- Ahhh, no es nada. Debe ser que estoy ansioso por saber mi nota.
Me impresionó la convicción con la que dije esas palabras, ya que a pesar de que no sabía mi nota, estaba prácticamente seguro que ese certamen era un fracaso....no había tenido tiempo suficiente para estudiar.
Así empezamos a revisar las preguntas, contar el puntaje, cuando le devuelvo el certamen a la profesora diciéndole que estaba todo bien.
Abrió una planilla excel en el pc que tenía a su izquierda, hecho que se llevó toda su atención. Así fue como paroveché para sacar el confidente, inclinarme hacia adelante para, utilizando la banda adhesiva que tenía en la parte posterior, pegarlo en la pata derecha de la mesa...
En eso estaba cuando sorpresivamente se abrió la puerta y se asomó una persona que con tono no muy cordial se dirigió a la profesora.
Yo, en la posición en la que me encontraba, ni siquiera atiné a levantarme....solo sentí como se me helaba rápidamente la sangre.
-"La estoy esperando".
Esas fueron las únicas palabras que se escucharon.
Para cuando la profesora Martin contestó, la puerta ya se había cerrado desde afuera.
Grabando.
La profesora Martin había recibido el mensaje. El profesor Valdivieso le sabía un punto débil, "más claro echarle agua".
Así también lo entendió Lucho, que sin comprender la magnitud de lo que se venía, sonrió al darse cuenta que había alguien a quien la profesora temía, me dijo al salir de la oficina.
Luego de dejar mi "salvoconducto" en la oficina, salí junto a Lucho para encontrarnos cara a cara al Profesor Valdivieso.
- Buenas tardes! - al unísono dijimos con mi compañero mientras nos alejábamos por el pasillo.
Obviamente no obtuvimos respuesta.
Triste por el resultado del certamen y preocupado por que todo saliera bien, me despedí de mi compañero y me salí de la facultad hacia el lado de los estacionamientos con el fin de ver cuando el profesor Valdivieso volviera a su oficina.
Para pasar el rato, saqué del bolso "caballo de troya 7" y empecé a leer... avancé 17 hojas, para cuando levanté la vista.
Miré mi celular. Eran las 19:49.
Alcancé a divisar la típica cara de pocos amigos del profesor Valdivieso poniéndose su abrigo largo, para cuando cerró las cortinas.
Rápidamente me dirigí a la oficina de la oficina de la profesora Martin. Golpeé suavemente la puerta y la abrí con el fin de captar de improviso a la profesora. Así verificaría la reacción de ella...la cual dice mucho más que mil palabras. En eso estaba cuando escucho con voz aterrada:
- Acaso no le basta......Ahhh eres tú otra vez- dijo aclarándose la garganta, notoriamente afectada.
- Permiso profesora, se me tiene que haber caido mi calculadora aquí cuando guardé el certamen-dije con voz firme.
-ok ok... busca rápido.
así me agaché, despegué cuidadosamente el confidente y le mostré la calculadora que anteriormente y a propósito había dejado bajo la silla.
-Nos vemos el jueves profe!
-"Eso espero"- se respondió a sí misma más que responderme a mí, mientras yo cerraba la puerta desde afuera.
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Saludos, Cifland
Pd: Tercera parte de esta historia, espero les guste. Posteen!!!
- Buenas tardes Juanito...
- Y uds. chiquillos, hace tiempo que no los veía por acá....
- Ahhh, es que entre tantos trabajos y certamenes, sale más a cuenta quedarse en la casa, cierto Lucho?
- Así es -dijo Lucho.
- Jajaja, eso es cierto. Aunque en la casa no pasan cosas tan importantes como esta...
Mientras Juanito me decía eso, yo me fijaba como pegaba unos afiches referentes al próximo debate que se iba a realizar dentro de dos días en el paraninfo de la universidad entre el actual jefe de carrera de Ing. civil informática, el profesor Mario Lopez y el actual rector de la universidad. El porqué del debate, hasta ese momento lo desconocía.
- Hasta luego Juanito, nos vemos!
Lucho es un compañero mío en el ramo que tengo con la profesora Martin, y en ese momento iba, al igual que yo a revisar el certamen que tenía pendiente. Lo convencí de ir a esa hora, con el fin de que me permitiera esconder el confidente en alguna parte de la oficina el confidente que en la mañana había pasado a buscar a la casa de Marcos con los registros vocales ya almacenados.
Afuera de la oficina, empecé a sentir la tensión del momento en los músculos de mi cara, signo que siempre se presenta en mi cuerpo cada vez que estoy a punto de hacer algo indebido.
-Adelante!!! -- se le oyó decir a la profesora desde dentro de la oficina con voz tensa...
En voz baja, mi compañero me dijo:
- ufff, para variar, parece que la profesora no ha tenido un buen día...
"No sabes lo cierto que eso es"...pensé.
Hicimos el ingreso a la oficina cuando la profesora me dice...
- Y tú.... no habías quedado de venir ayer a las 19:30....
- Lo siento profe, es que no pude venir...ya sabe, problemas personales - sonreí tibiamente.
- Está bien, tomen asiento.
Así lo hicimos. Mientras ella se daba vuelta en su silla giratoria para buscar los certamenes que tenía en esas típicas bolsas de papel donde los profesores los transportan, aproveché de abrir mi bolso, tratando de no darle ángulo de visión a lo que estaba haciendo a Lucho... en eso estaba cuando la profesora se da vuelta....No tuve más remedio que dejar de hacer lo que estaba haciendo.
- Estás bien? - me preguntó la profesora en tono áspero, pero que denotaba preocupación- Te noto nervioso.....
- Ahhh, no es nada. Debe ser que estoy ansioso por saber mi nota.
Me impresionó la convicción con la que dije esas palabras, ya que a pesar de que no sabía mi nota, estaba prácticamente seguro que ese certamen era un fracaso....no había tenido tiempo suficiente para estudiar.
Así empezamos a revisar las preguntas, contar el puntaje, cuando le devuelvo el certamen a la profesora diciéndole que estaba todo bien.
Abrió una planilla excel en el pc que tenía a su izquierda, hecho que se llevó toda su atención. Así fue como paroveché para sacar el confidente, inclinarme hacia adelante para, utilizando la banda adhesiva que tenía en la parte posterior, pegarlo en la pata derecha de la mesa...
En eso estaba cuando sorpresivamente se abrió la puerta y se asomó una persona que con tono no muy cordial se dirigió a la profesora.
Yo, en la posición en la que me encontraba, ni siquiera atiné a levantarme....solo sentí como se me helaba rápidamente la sangre.
-"La estoy esperando".
Esas fueron las únicas palabras que se escucharon.
Para cuando la profesora Martin contestó, la puerta ya se había cerrado desde afuera.
Grabando.
La profesora Martin había recibido el mensaje. El profesor Valdivieso le sabía un punto débil, "más claro echarle agua".
Así también lo entendió Lucho, que sin comprender la magnitud de lo que se venía, sonrió al darse cuenta que había alguien a quien la profesora temía, me dijo al salir de la oficina.
Luego de dejar mi "salvoconducto" en la oficina, salí junto a Lucho para encontrarnos cara a cara al Profesor Valdivieso.
- Buenas tardes! - al unísono dijimos con mi compañero mientras nos alejábamos por el pasillo.
Obviamente no obtuvimos respuesta.
Triste por el resultado del certamen y preocupado por que todo saliera bien, me despedí de mi compañero y me salí de la facultad hacia el lado de los estacionamientos con el fin de ver cuando el profesor Valdivieso volviera a su oficina.
Para pasar el rato, saqué del bolso "caballo de troya 7" y empecé a leer... avancé 17 hojas, para cuando levanté la vista.
Miré mi celular. Eran las 19:49.
Alcancé a divisar la típica cara de pocos amigos del profesor Valdivieso poniéndose su abrigo largo, para cuando cerró las cortinas.
Rápidamente me dirigí a la oficina de la oficina de la profesora Martin. Golpeé suavemente la puerta y la abrí con el fin de captar de improviso a la profesora. Así verificaría la reacción de ella...la cual dice mucho más que mil palabras. En eso estaba cuando escucho con voz aterrada:
- Acaso no le basta......Ahhh eres tú otra vez- dijo aclarándose la garganta, notoriamente afectada.
- Permiso profesora, se me tiene que haber caido mi calculadora aquí cuando guardé el certamen-dije con voz firme.
-ok ok... busca rápido.
así me agaché, despegué cuidadosamente el confidente y le mostré la calculadora que anteriormente y a propósito había dejado bajo la silla.
-Nos vemos el jueves profe!
-"Eso espero"- se respondió a sí misma más que responderme a mí, mientras yo cerraba la puerta desde afuera.
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Saludos, Cifland
Pd: Tercera parte de esta historia, espero les guste. Posteen!!!
"Llegado un momento y circunstancia en la vida las cosas adquieren color de hormiga, mucha gente se hecha a morir, yo prefiero sonreir"